Es difícil entender las causas por las que Mark Webber se ha quedado hoy sin gasolina en la Q2 de la calificación del GP de China. Más sencillo es entender algunas consecuencias de ese supuesto error del equipo Red Bull.
Una de ellas es que la escudería energética se ha quitado de encima un problema porque, con Webber en el último puesto de la parrilla, no tendrá que sufrir por un posible duelo en la pista entre el australiano y Sebastian Vettel.
La relación entre Vettel y Webber está completamente rota y el australiano tenía ganas de revancha después de que Sebastian le arrebatara la victoria en Malasia, supuestamente en contra de las directrices de su equipo.
Red Bull ha intentado simular que el problema estaba resuelto y que sus pilotos ya habían enterrado el hacha de guerra, pero el propio Vettel dejó claro el jueves que las hostilidades siguen abiertas:
“Webber no se merecía la victoria en Malasia. Seguramente volvería a actuar de la misma forma. Webber nunca me ha ayudado cuando ha podido hacerlo”
Las declaraciones de Vettel avivaron las ganas de revancha de Webber, pero el tanque de gasolina de Red Bull se ha encargado hoy de aplacar la ira del australiano.
La FIA ha explicado en un comunicado que el equipo Red Bull ha admitido que no puso suficiente carga de gasolina en el coche de Webber, algo incomprensible en una Q2 donde Red Bull no tenía ninguna necesidad de arriesgar para que sus dos monoplazas pasaran el corte hacia la Q3:
“El equipo ha admitido que no puso suficiente combustible en el coche. Solo había 150 ml de combustible a bordo, insuficientes para extraer la muestra de un litro exigida”
¿Casualidad? ¿Premeditación? La cara de Webber tras quedarse sin gasolina dejaba claro que el australiano no cree demasiado en las casualidades. Cuando le han preguntado si pensaba que podía tratarse de una jugada sucia de su equipo, Mark ha sido lacónico:
“Es decepcionante”
PD. “La casualidad solo es la causa ignorada de un efecto desconocido”, dijo Voltaire.